Este fin de semana decidí quedarme en casa y descansar, leer, tocar mis nuevas harmonicas (son siete, piedmond blues) y jugar play station, todo marchaba bien, era viernes, casi sábado y me preparaba para dormir y largar por unos días, las ojeras que me andan persiguiendo, día y noche, de pronto sonó el teléfono, era una amiga con la cual no hablaba hace ufff de años, era su cumpleaños y animada, me invito, fue tal la insistencia que cedí, avasallado en mis argumentos, prometí aparecer en un rato.

Al llegar encontré gente que no veía hacia mucho tiempo, todos cambiados, algunos pocos para mejor, casi todos… como casi todos, luego de tomar unas copas, me atreví a bailar, soy medio tieso y de mis 3 pasos básicos no salgo, ya con tragos encima puedo llegar a 5. Ya cansado de bailar, ósea después de 4 canciones, decidí ir a dar una vuelta por la casa, en el jardín me encontré con la persona que menos me esperaba encontrar esa noche, en realidad no pensaba verla nunca mas, la llamaré “L”.

Hago un paréntesis para contar quien era esta chica:

A “L” la conozco desde que tengo 6 años, estudiamos juntos casi toda la primaria, era delgadísima, alta, pecosa, pálida ,y llevaba un lunar sobre la boca, que la hacia ver muy graciosa, yo, niño, burlón y jodido hasta la crueldad, la llamaba , de mil formas, pero lo que mas la molestaba, hasta el punto del llanto, era que dijera que “L” llevaba una amiga consigo todo el tiempo, hasta le puse nombre, se llamaba Juancha, específicamente, Juancha la cucaracha, el lunar sobre su boca.

El tiempo pasó, yo cambie de colegio, perdí contacto con casi todo el mundo en aquel colegio, ahora tenia nuevos amigos, y no extrañaba para nada a mis antiguos compañeros, solo hablaba con dos, los cuales siempre me iban actualizando de las novedades de mi ex cole, “L” según ellos, conforme pasaban los años se iba poniendo espectacular y ya Juancha la cucaracha se había convertido en un riquísimo y exótico lunar que jamás pasaba desapercibido sobre esos labios deseados por mas de uno.

Por esas cosas de la vida, que siempre te da lo que menos esperas, me la encontré en la universidad, estudiaba lo mismo que yo, y estaba en mi salón!!!, y muy por el contrario de odiarme por haberle hecho la vida imposible en el colegio, se mostraba siempre asequible y cada vez que hablábamos parecía feliz, estaba tan o mas guapa de lo que me habían contado, y aunque siempre me pareció una chica inteligente, por otro lado siempre me pareció un tanto extraña, intrigante, pero estaba muy guapa y punto.Yo en aquellos días andaba de enamorado y no me atreví nunca a nada con “L”, era fiel, y la relación en la que estaba me encantaba, así que hasta ahí, la historia con “L” pareció terminar.

Yo, repetí el primer ciclo, y luego deje la universidad un año, cuando regrese cambie de turno y perdí contacto con todos los conocidos, era casi un nuevo, pero me adapte e hice grandes amistades.

Nos quedamos en que estaba en el jardín, salí a fumar un poco al aire libre, lejos de tanto humo concentrado y bailarin inspirado, la vi, estaba lindísima conversando con un grupo de gente que nunca había visto, sin duda era el centro de atención, todo el mundo parecía estar pendiente de lo que decía, llamó mi atención. De pronto giro hacia donde estaba y se quedo observándome, quizá no me reconocía (cosa difícil), ahora llevo cabello corto y barba, y no uso mas esas poleras poseras a lo Korn, ni tengo ese aire de rockero que mostraba en ese entonces. ¿Julio? ¿Julio Venegas? Preguntaba mientras se acercaba hacia mí, dejando a todo el grupo que la acompañaba, literalmente “parado”, expectante sin duda de quien era ese tipo llamado Julio, que sin decir palabra a hecho que "L" interrumpa su historia.

Me sentí casi un actor de cine en esas típicas escenas de reencuentro, “L” vino hacia mí, y nunca más regreso a aquel grupo.

Bailamos un par de canciones, y quizá porque notó que no me gustaba la musica o porque ya se había aburrido de mis 5 pasos,dijo para ir al jardín a conversar, teníamos tanto que contarnos(palabras suyas) y ya eran casi las dos de la mañana, hacia frío en el jardín, pero la charla estaba mas que interesante como para cortarla por factores climáticos, hablamos mucho, reímos mas, intercambiamos números y hasta quedamos en organizar un reencuentro con los sobrevivientes de nuestra primaria. Ya alrededor de las cuatro de la mañana me pidió que la lleve a su casa, yo, gentleman, acepte, no vivía muy lejos a la casa en donde estábamos, decidimos ir a pie, la conversación continuó y ya bajo el marco de su puerta conversamos sobre el amor y el desamor, y cada uno contó su rollo, de pronto me dijo, que quería tomar unas cervezas (casi no habíamos tomado en la reunión, puesto que nos la pasamos charlando en el jardín) y sedientos, partimos hacia Miraflores, entraríamos al primer warike que encontráramos.

Una vez dentro pedimos una jarra de cerveza, la cual se evaporò en menos de un minuto, pedimos una segunda jarra, y luego una tercera, y ahí todo se vino abajo, el trago desinhibe, eso es sabido por todos, y aprovechado por muchos, “L” en tragos se convirtió ante mis ojos, en un ser asquerosamente petulante, insoportablemente yoísta y mostró su lado mas bruto sacando a flote todo lo superficialon y golfistico (perdón si alguien se ofende) de su repertorio. Toda la conversa interesante de horas, se fue directo y sin escalas a la mismísima mierda, porque yo, desde que la conocí, siempre la vi como una chica distinta, para luego catalogarla de interesante e inteligente, luego de conversar por tanto rato, estaba casi seguro que no me había equivocado, pero si.

Una vez conversaba con una psicóloga, que muchos de Uds,deben conocer, es la novia del hermano de “stuven stone all day”, famoso personaje de nuestra fauna y flora limeña, ella, luego de escuchar mis argumentos referidos a las mujeres de ahora, sentencio que le parecía extrañísimo que yo pensara así, puesto que ese pensamiento arribaba a la mente del hombre a partir de los 30, o cuando están ya próximos a esa edad, yo argumentaba que es muy difícil conocer a una chica seria, una chica como para enamorada, porque sucede que, conoces a una tipa, hermosa e interesantísima, crees que has conocido a la “chica distinta”, con la que podrías entablar una relación, pero luego de unas copas, terminas en un hotel, quizá los de Marsano con Caminos del Inca que todos conocemos, o como “ R” en Santa Anita o los Olivos (no me odies) y luego de eso, al menos conmigo, como que se pierde la magia, y empiezas a verla muy por debajo de lo que imaginabas antes de, sobre esto un amigo, “P”, que se apellida Toledo y tiene tres amigas muy extrañas, tiene una teoría, el dice en relacion a este tipo de mujeres, que como con la masturbación, luego de llegado al éxtasis, se pierden las ganas, en otras palabras, una persona al masturbarse, imagina a mil, inventa historias fantásticas y disfruta gracias a su creatividad, del placer (mental) de encamarse y gozar de la forma mas deliciosa que alguien pueda concebir, pero luego, al terminar, quedas con un sentimiento de culpa, como que dices, “hey, ¿que fue?”, hasta triste te pones, hasta asco te da, entonces todo lo bueno que acababas de vivir, se esfuma y regresas a tu realidad, sentado, echado, de pie, en tu cama, en el baño, en el techo o en el carro, pero frustrado te das cuenta que lo que alucinaste, no esta. Esa es la teoría de “P”… ¿recuerdas? 736 al año.
No contare el final de la historia, porque no merece ser contado, en realidad no estuve en operación levante con “L”, pero sí, por un momento creí, que había conocido-reencontrado a una súper tipa, que por alguna razón había estado lejos de mi tanto tiempo, sin duda “L” no lo es.

Aviso de servicio público: Necesito un par de voluntarios que estén dispuestos a disfrazarse de girasoles y tomar por asalto una universidad, se dará buena gratificación.