Este sin duda es uno de los meses del año que menos disfruto, en realidad lo padezco, algunos años más que otros, pero definitivamente nunca llega a ser completamente de mi agrado. Quizá algún día.

Detalles. Febrero es el mes más caluroso del año, y con esto del calentamiento global, el deshielo de los glaciares, el CO2 por todos lados, la tala de árboles, el Niño, la Niña, la Abuela y la Tía se hacen cada año menos vivibles los veranos, mas bochorno cada año porque para colmo de los males vivimos en una ciudad donde la gente debería nadar en vez de caminar por el 95% de humedad, ósea me largo a Tíclio o a Puno porque no soporto el calor, al fin y al cabo allá me podría abrigar y así sobrevivir al frio pero aquí ni calato rodeado de ventiladores metido en una refrigeradora escaparías del agobiante, implacable y casi asesino calor y ya sé que estarán pensando, “pero no todo es malo en el verano, esta siempre la juerga en el sur y las playas”, la juerga en el sur y las playas , perfecto pero … ¿que mas?

Trabajar en verano puede ser algo espantoso, si trabajas bajo techo te sancochas, si estas al aire libre te rostizas, si no trabajas te mueres, entonces como casi siempre, buscar el mal menor es lo más lógico, esto en mi caso (trabajo en audiovisuales) es el ventilador, mi mal menor es el ventilador trabajando en su máxima potencia, con sus hélices bondadosas regalándome aire como besos y caricias, este objeto en verano se hace tan indispensable como el celular, casi como el combustible para los autos, la comida para el ser humano ó las guerras para Bush, pero hablaba del mal menor, el cuerpo en estos meses suele elevar su temperatura, y la exposición directa al aire del ventilador con el cuerpo caliente enferma, de esta forma siento menos el calor, pero no se imaginan lo horrible que es tener gripe en febrero, dolor de garganta, mocos, dolor de cabeza, etc. Si no termina pronto este mes terminare ahorcado como el desgraciado de Judas.

Tonear en invierno es riquísimo, puedes estar en un disco rodeado de 60 mil personas y no tendrás calor, igual te tomaras tus chelas heladas porque para los borrachos no hay estaciones que valgan, pero en verano la cosa se pone espantosa, yo no soy muy discotequero felizmente, soy más bien de bares, así que casi siempre regreso a los mismos, los cuales han sido testigos de tantas anécdotas y confieso me han acompañado en muchos momentos con alguna importancia en mi vida, es así que podría decir que tengo cierto feeling por estos bares… En verano los odio y toda nuestra mágica relación anfitrión – huésped se va directamente al carajo, desde que te asomas a la puerta ya puedes sentir (he llegado también a ver) el vapor que ha de producir los sudores, pezuñas, axilas, eructos y gases mezclados en un nube totalmente toxica, “potente”, eso sumado al olor del cigarro que aunque con él tenga otra mágica relación, colabora en este suplicio así que también me hace odiarlo por eso, de tal manera que la idea de pasar un buen rato termina pésimo, aunque algunos dirán que siempre pueden surgir cosas que te arreglen la noche, ese es otro tema.

Como verán mi vida en este mes nunca la logro disfrutar a plenitud, el trabajo se hace pesado, la relación con mis bares preferidos y con el tabaco se ve afectada al punto casi del rompimiento, de mis adorados cafés calientes ni hablar, y podría seguir con muchos ejemplos más, pues sobre esto hay cientos de cosas que contar, micros voladores (por todas las alazas que uno siente esos micros deberían poder volar, demasiado potente) las colas para cualquier cosa, el no poder dormir por el calor (yo de por si sufro de insomnio así que en esta época las ojeras que me cuelgan parecen busto de abuelita de ochenta, ósea aparte de todo lo que sufro me pongo feísimo), la insolación, etc.

Pero la inclemencia climatológica no es lo único en este mesecito, febrero es el “mes del amor”, y este año por segunda vez consecutiva pasaré sin enamorada el 14 de febrero, y aunque también es el mes de la amistad ni siquiera puedo usar este recurso como consuelo, porque cada día tengo menos amigos sin novia, enamorada, salida, agarre fijo o como deseen llamarla, entonces ya ni con ellos puedo contar, y creo que rindiéndome a convencionalismos occidentales es bonito recibir un regalo, chuchería, flor, piedrita, carta, tarjeta, algún buen libro, aquel disco que tanto quisieras, un abrazo, un beso, un te quiero ó mejor aún, un te amo, recibirlos o darlos. Yo siempre en estas fechas (cuando la he pasado con novia, enamorada, salida…) he tratado de dar algo hecho por mí, no por tacaño, sino porque creo que se aprecia más que comprar algo y punto, definitivamente no soy un artesano, y mis manos no son las más delicadas del universo y al contrario son bastante toscas, el otro día ayudaba a trazar y recordar unos recuerdos para bautizo, estos recuerditos post ceremonia ,casi termine traspasando el papel y por un poco y marcaba la figura del recuerdo en la mesa por la presión que puse en el lápiz, no será esa mi habilidad pero al menos siempre he tenido la voluntad de hacer ese tipo de cosas y a eso iba, antes de empezar a escribir este post trataba de recordar el mejor regalo o el más original que he dado en esta fecha y recordé uno, bueno dos, aunque con exactitud no podría decir si lo regalé un 14 de febrero ó si fue en otra fecha, pero al fin y al cabo lo que importa es el gesto y no la fecha aunque el tema central de este párrafo sea esta fecha y para que florear mas, reconozco que mi memoria a veces me juega malas pasadas. Así que espero haber dado esos regalos algún 14 de febrero.

Son 2 los regalos que recordé, el primero era una especie de afiche que hoy, en el mejor de los casos debe estar refundido debajo de una cama, cobijando a una familia de arañas (aracnicus nostalgicus cojudicus), en este afiche puse las fotos mas ridículas que encontré en mi álbum, ósea Julio: llorando, con puchero, niño, grande, renegando, modelando, enseñando mi diente chueco y cosas de ese tipo, todas esas desgracias fotográficas acompañadas de frases romanticonas, nada muy logrado, pero con mucho significado, eso sí. El otro y el más actual fue una carta que envié a Argentina (el año pasado), una carta acompañada de un video, la carta tenía las indicaciones para que mi intención de video interactivo se aprecie, eran 6 ó 7 tracks en los cuales me había grabado yo mismo hablándole a la cámara, diciendo cosas que no alcance a decir en persona, cosas que estaban como pendiente, algunas que no debí decir, pero no importa, porque todo lo que pude y quise, lo dije, hasta intente bailar flamenco en uno de los tracks. El disco tenía música perfecta para crear ambiente, en fin ese regalo me encanto y yo hubiera estado feliz recibiendo algo así, ¡ja!

Este año espero pasarla con quien deseo pasarla y de hecho leerá este post, creo que te debo algo, lo reconozco tenias razón se llama Pardo de Zela pero también yo tengo la razón porque también se llama Canadá y a la vez se llama Canevaro y ¿sabes porque? Porque en Lima con sus febreros feos puede pasar cualquier cosa, “ósea ag” y con Puno y Tíclio con su frio riquísimo tan lejos “É proibido fumar” y también tomar café porque hace mucho calor, mejor un helado de lúcuma y TODO que tenga como música ambiente a Roberto Carlos con sus Detalhes en portugués o español, da lo mismo.

Que dios los bendiga a todos, hasta a los que no quieren. Y aunque nada sea perfecto.

Soy
Muy
Feliz


JVL