Ilustración: Nori Kobayashi Seki













Y va la segunda parte, “R” no sé si te deje satisfecho este relato, pero igual va, público en general, acomódense en sus asientos por favor, las salidas de emergencia se encuentran en la parte superior a un click, llego tarde a esta función, pero he estado un tanto ocupado, antes de empezar quiero agradecerles tanto comentario, la verdad esperé mas puteadas de su parte, pero no sé porqué no lo han hecho, asumo, pensaran que me comporte de la mejor manera y que soy un caballero, un gentleman… ¿recuerdas? En fin ahora si les va, entero y sin profiláctico, fuera luces, arriba el telón… aplausos!!!

El taxi marchaba lento, pues toda lima anda padeciendo de un tráfico espantoso, de tal manera que la repentina extirpación de las cuerdas vocales de “C” me dolía a mí en vez que a ella, pues en medio de la erección-depresión, el tráfico con todo el ruido de las bocinas, OK radio con su música de mierda y ella mas muda que nunca, de verdad me estaban haciendo sentir muy mal.

Vive en Jesús María, llegamos a su casa, en todo caso, ella llegó, porque para ella yo era invisible, y ni mi erección- depresión ni el hecho de que me ofreciera a pagar el taxi casi a gritos pareció inmutarla, caminamos hacia su puerta, se dio la vuelta y dijo “ el que persevera alcanza” ya yo preparaba una de mis sonrisas de alivio cuando de pronto me dio una bofetada que sentí como puntapié, luego entro a su casa, yo, con la erección- depresión y ahora en estado catatónico, me enraicé en aquella puerta unos minutos, pensaba en que quizá se me había volado un diente y que ahora “stuven stone all day” que es mi odontólogo, ya no podría atenderme y que quizá jalaría aquel curso en la universidad, me sentí aun peor por eso, pero además pensaba en que a si es la vida de burlona y que todo esto era muy cómico y en lo linda que se le veía molesta y también pensaba que esa sería la última vez que la vería… de pronto se abrió la puerta, era “C” otra vez, y carajo, que avergonzado me sentí, pues ese minuto se había extendido ya a casi 15 minutos mas y hasta la pierna ya se me había adormecido de seguir inmóvil con mi erección- depresión- estado catatónico, y me repitió, “ el que persevera alcanza” luego me miro fijamente a los ojos y dijo,” ya puedes irte Julio Venegas, ya llegue a casa, sana y salva, y una cosa más, ya sabes donde vivo… recuerda lo de la perseverancia” , luego entro y de pronto mi erección se fue, junto con la depresión y la ausencia de voluntad y movimiento producto de alguna enfermedad psiquiátrica se marcho también y pude irme y así lo hice.

Así se cerró el tema “C” y hasta el día de hoy es así, yo estaba saliendo con “E” así que a eso me dedicaría, no puedo negar que mi ego subió hasta el quinto cielo, pero a “E” le gustaba la fotografía y además escribía, y todo parecía ir bien… el lunes siguiente, me encontraba yo en otro café pero esta vez con “E” y que buen café hacen en el Berizzo, y que frio hacía en lima esa noche y como me estaba ardiendo la lengua pues me había quemado con aquel riquísimo americano, y quizá ahora tenía problemas auditivos y ya no de habla, pues “E” parecía esforzarse en decirme algo de dejar las cosas ahí, algo sobre las prioridades, algo sobre su madre, algo de pero estoy aquí y me gustas, pero en dialecto desconocido, y ya casi la veía borrosa, casi desdibujada o mas bien como despintándose, cuando de pronto se acerco el mesero, quien nos avisaba que el café estaba cerrando, acción que de golpe me despertó del letargo ponzoñoso en el que estaba cayendo y entonces me di cuenta que oía bien, y era eso lo que me acababa de decir y todo en español, y quise reír, reír como un loco, y jalarme los pelos de risa, y literalmente cagarme de risa, y pensé otra vez en lo burlona que es la vida y que cómico es todo esto.

No pedí explicaciones, al menos no trate de hacerlo, no acompañe esa noche a “E” a su casa, no quise pensar en nada esa noche, solo quería llegar a casa y reírme a carcajadas, no risa nerviosa, si no risa cachacienta, reírme de mi mismo y de lo burlona que anda siendo la vida conmigo últimamente.

Aun hay pan por rebanar en esta historia, aun le falta un final, al menos eso creo yo, pero he decidido terminarla para Uds. en el párrafo anterior, estoy abierto a la crítica, pero les dejo algo mas… no me siento mal, estoy tranquilo y me ha divertido mucho contarles todo esto, además gracias a una persona que anda muy lejos he recordado que la vida es simple y que el que se complica se jode, ¿ahora que piensan?

Gracias totales. Abajo el telón.