Ilustración: Nori Kobayashi Seki

Contare algo que tengo guardado hace algunos días y quizá no sea tan literario este post ni tenga muchas bromas, pero como dije en un principio, es algo que deseo contarles, para contextualizar diré que estuve saliendo con alguien, “E”, fue algo extraño pero no por eso malo, sino todo lo contrario, conocí a “E” de una manera inusual, amiga de la amiga de un amigo que es casi como un hermano, nos tratamos y establecimos una conexión bastante fuerte, así que luego de algún tiempo lo lógico fue empezar a salir, y así lo hicimos.

Ambos veníamos de una relación larga, de esas que son casi indelebles, digo casi, porque nada es indeleble y eso es bueno, ella tenía todo un rollo, medio fresco aún con su antiguo pasajero y yo por mi parte acaba de salir por knockout de mi último intento por solucionar las cosas con mi antigua pasajera, asi que aun con la toalla en el cuello y magullado por los golpes decidí que eso había acabado, y mi vida de boxeador masoquista llegó a su fin.

Las cosas marchaban bien, hablábamos harto, y como que ambos andábamos entusiasmados con la situación, así que, bueno," salgamos como que más en serio y no plan wevero y a ver qué pasa…" y en eso estábamos. Y me aproximo a lo que quiero llegar, hace dos sábados fui a una disco acompañando a un amigo el cual vería a una de sus antiguas pasajeras, la importante, digamos la V.I.P, el también traía todo un rollo con ella y se sentía confundido y asustado así que yo sería el brazo de apoyo e iría con él a esa especie de reencuentro - cita, la noche ponía, buena música, trago en cantidades industriales y buen ambiente en general, llegamos y la antigua pasajera “M” estaba con su mejor amiga “C” y está definitivamente tiene que ir con mayúsculas porque era de mi tamaño, guapísima, sexy, yo al verla literalmente enmudecí, asi que en toda la noche no le dije nada y me limite a sonreír en silencio, bailar en silencio y beber en silencio hasta que llego la hora de despedirnos, y como es lógico, también me despedi en silencio y muy mudo me fui a casa, al amanecer pude volver a pronunciar algunas palabras, de a pocos hasta que regreso la fluidez.

Hasta ahí todo normal, linda la chica, pero yo estaba saliendo con alguien, y la cosa iba bien, y me encantaba “E”, y le gustaba la fotografía y escribía también, y yo pensé que ella era, “C” consiguió mi teléfono y me invito a una de esas discotecas llenas de gente, música, alcohol y juerga, pero todo bonito y caro, yo no quería, pero quería ir, me daba curiosidad el saber que plus le había encontrado esta chica al mudo para volver a verlo, pero “E” me encantaba y no me daba la gana de perderme un ratito y olvidarme de ella, le ofrecí tomar un café y charlar en vez de su noche de juerga, aceptó.

Charla amena, divertidísima, miradas largas, fijas, y con esos ojos hermosos, podían ser muy largas y yo no me daría cuenta jamás, por su lado, interesadísima de cada palabra que salía de mi boca, ósea, ¿ya estaba? ¿Para llevar? Quizá, pero no quise, y decidí contarle que estaba saliendo con alguien, y que me encantaba, y que tomaba fotos y escribía, y que era interesante y le hable de lo bien que parecía estar yendo todo, y no quiero que crean que me estaba enamorando o algo parecido, es solo que creí que las cosas iban como esperaba que sean. Si ya se, “que tal baboso, cojudazo se te regala un cuerote y no la haces porque estas saliendo con alguien y encima le cuentas, huevón”. Pero solo les cuento lo que pasó, ya luego me juzgan, y ¡háganlo por favor!

Luego de que termine de hablar, “C” me dijo que si ella hubiera sabido que yo salía con alguien no estaríamos ahí sentados y que, era una pena porque ella, amistad no quería conmigo, en medio de mi repentina erección me sentí bastante huevón, no por haber dicho lo que dije, si no por toda la situación en la que me encontraba, “C” estaba buenísima y me quería levantar además y yo prácticamente pisotee su orgullo hablándole de “E”. enseguida me pidió salir del café, dejarla en su casa, todo en mudo, porque no dijo nada, solo se puso de pie y camino y yo que entiendo algo de mudo, asumí que era un déjame en casa, y nunca más me hables, así que eso hice.

Hasta aquí contare esta primera parte, ¿qué piensan? ¿Cojudo? esperen a que lean la segunda parte.