La vida suele dar vueltas inesperadas, puede pasar lo que menos te imaginas y en el momento en que menos quieres, cosas que ni Bob Marley en su sueño mas pastrulo se hubiera podido imaginar, y es que todo se relaciona con el tiempo, lo mismo dicho o hecho en distintos momentos definitivamente generará diferentes reacciones.


Una de mis exs (que fea palabra) me invito a tomar café el otro día, si, ya sé, café en verano, pero como ya saben es una de mis adicciones y lo podría tomar hirviendo calato en el Sahara, en fin, nos citamos en un café al que yo jamás había ido, buen lugar, buen servicio, y la compañía también era buena, aunque no dejaba de sorprenderme todo lo que puede cambiar una persona en tan poco tiempo, y pensé, ¿será que yo soy la etapa previa en que una chica alcance su máximo resplandor? ¿El puente? Mis interrogantes duraron lo que duran un par de cigarros, la realidad me respondía las estupideces con palabras en el aire, que para mí de a pocos parecían pedos y ya no palabras. Estupideces.


En toda la noche trate de hablar poco y sin exagerar, de modo que podía concentrarme en escuchar lo mucho que ella estaba dispuesta a hablar y también a exagerar, y ahí empezó el debacle pues solo callada y exagerando lo mínimo posible alcanzaba el máximo resplandor, se mando con un rollo de todo lo que había alcanzado en los últimos años, los lugares a los que había viajado, los estudios que había realizado, el trabajo (incluido el sueldo) que había conseguido y hasta las cosas que se había comprado, yo del otro lado de la mesa, al borde del vomito- carcajada-plop-me tomo el café y me largo- que pena me das- no me llames nunca, entonces no aguante mas y aun con el sarcasmo con silenciador le dije que la vida es tan maravillosa que nos permite reinventarnos cada cierto tiempo, pero que sin ánimo de ofender la persona que tenia al frente era para mí casi una desconocida y es más, era todo lo contrario, en cuestiones de ver al mundo, a la gente y a la vida en general, a la persona que yo había conocido alguna vez, pero yo estaba ahí solo por la curiosidad de saber en que andaba y no en pro de algo, de tal manera que afectado, no estaba.


Luego ella también decidió callarse, así que nos mirábamos en silencio y yo que rogaba que suene el teléfono para inventarle algo y poder salir de ahí corriendo para no volver jamás, y no quiero que tengan un mal concepto de mi, pero saben que cuando alguien me cae mal le ponga la cruz y me alejo y por mas ex y por más querida que haya sido en su momento, lo que yo había querido había sido asesinado por esto que tenia al frente, que si bien lucia espectacular, me hacía sentir ahí sentado frente a ella, mas incomodo que en la “S” a las 6 de la tarde, y encima de pie, ósea en mi caso, doblado, pero el café gracias a dios ya se estaba acabando así que esto también debería llegar a su fin tras el último sorbo.

Digamos que en el penúltimo sorbo, me dijo: Julio te dije para tomarnos un café hoy, porque desperté con la necesidad de saber de ti, de saberte bien, se que ha pasado mucho tiempo y que el tiempo pasa volando, pero no todo se lo lleva sabes (en ese momento su rostro muto y era exactamente el rostro que yo había besado millones de veces y que nunca me cansaba de ver y ya no era mas) yo te voy a querer siempre porque la vida es así, y te extraño. Yo hice una amague de interrupción, pero pensé que era mejor que ella terminara de hablar, así que prosiguió y empezó a contarme que ella había salido con un tipo y que este tipo la había mandado a volar porque lo tenía podrido con un tal Julio y que había tenido que pasar mucho tiempo para darse cuenta que era yo la persona con la que deseaba estar siempre… y blablabla.
En ese momento me apené, y pensé en el rollo del tiempo y los momentos y pensé en que todos cambiamos y eso es bueno, pero hay cosas que yo no soporto en la gente y por mas halagado que me estuviera sintiendo y por más bonito que fuera todo lo que estuviera diciendo, para mí ya no tenía ningún significado, y es que ya habían pasado demasiadas cosas y demasiado tiempo y quizá hasta demasiada gente, en algún momento esas palabras me hubieran hecho emocionar e ilusionar, pero ahora quizá sea cruel pero es lo que sentí, me sonaban a floro de trampa.


No puedo le dije, yo ya no te conozco ni tú a mí y la verdad con lo poco que me has mostrado el día de hoy creo que es suficiente, estas lindísima y pareces exitosa, pero no sé si seas feliz y aunque suene a floro cojudón, para mí no lo es, lo que yo quiero es estar con alguien feliz o que ande en el camino, y si te pones a pensar no es mucho pedir, entonces ella si decidió interrumpirme… “no seas orgulloso”, esa fue la mejor burrada que se le pudo ocurrir, que no sea orgulloso, ósea que no me haga de rogar y entonces se me ocurrió ser cruel y categórico en mis respuestas y quizá hasta mi cara cambió, porque me miro con cara de fue sin querer queriendo, isu isu isu, pero no lo fui, porque pese a todo creo que merece mi respeto por una cuestión histórica y además ando tratando de controlar mi lado impulsivo-destructivo, le dije que la conversación se había acabado y ella me miro con cara de no sabes lo que te pierdes huevón y yo tenía nausea de nuevo, así que me tome el último sorbo, pague mi café y su trago-café y le dije que me iba, ni me respondió y solo gesticulo un chau con la mano, yo me marche sin mirar atrás para no convertirme en sal, y pensaba que así como hay momentos equivocados también se dan las personas equivocadas y pensaba también que yo sería capaz de dejar cigarros y cafés porque la próxima vez que me digan algo así o se genere una escena de ese tipo, al frente mío se encuentre la persona correcta, aunque les confieso que últimamente no sé casi nada de la persona que me gustaría sea la correcta bajo pretexto de que andamos muy ocupados y el tiempo es ingrato y blablabla y es que quizá también sea el momento equivocado para la empresa en que intento embarcarme.